Cantidad Ósea vs Calidad Ósea: Diferencias Claves para Mantener Huesos Saludables
Mantener la salud de los huesos es esencial para un estilo de vida activo y libre de problemas. Al hablar de salud ósea, a menudo escuchamos sobre la densidad ósea, pero es importante diferenciar entre dos conceptos clave: cantidad ósea y calidad ósea. Estos dos aspectos juegan roles distintos en la fortaleza y resistencia de los huesos. En esta entrada, profundizamos en las diferencias entre cantidad y calidad ósea, y cómo ambos factores impactan tu salud.
¿Qué es la Cantidad Ósea?
La cantidad ósea se refiere a la cantidad de tejido óseo en términos de densidad mineral. Este concepto es crucial porque mide el contenido mineral (especialmente calcio y fósforo) presente en los huesos. Para evaluar la cantidad ósea, los médicos utilizan pruebas como la densitometría ósea o DXA, que mide la densidad mineral ósea (DMO) (Bonucci, 2018).
Densidad mineral ósea: La cantidad de minerales por unidad de área en los huesos.
Función: A mayor cantidad ósea, los huesos son más densos y, en teoría, más fuertes.
Una buena cantidad ósea puede indicar huesos resistentes, pero no necesariamente refleja su verdadera capacidad para resistir fracturas. Aquí es donde entra en juego la calidad ósea (Weaver et al., 2016).
¿Qué es la Calidad Ósea?
La calidad ósea abarca factores que van más allá de la cantidad de minerales en el hueso. Involucra la estructura internadel hueso, el equilibrio entre la flexibilidad y rigidez, y la capacidad del hueso para repararse a sí mismo tras pequeñas fracturas o daños (Bouxsein, 2003).
Microarquitectura: La estructura interna de los huesos, que incluye las redes de trabéculas, pequeñas estructuras que refuerzan el hueso y le permiten adaptarse a las tensiones.
Recambio óseo: El proceso continuo de eliminación y reemplazo del tejido óseo, vital para mantener la integridad del hueso (Seeman & Delmas, 2006).
Colágeno: Proteína que otorga flexibilidad y resistencia al hueso, siendo esencial para la capacidad de absorber impactos.
A diferencia de la cantidad ósea, la calidad ósea no se mide fácilmente con una prueba simple. Sin embargo, es fundamental para evitar fracturas, especialmente en personas mayores.
Cantidad Ósea vs Calidad Ósea: Diferencias Principales
A continuación, comparamos estos dos conceptos clave:
Cantidad Ósea
Calidad Ósea
Mide la cantidad de minerales (calcio, fósforo) presentes en los huesos.
Se refiere a la estructura interna del hueso y su capacidad de reparación.
Evaluada a través de pruebas de densidad mineral ósea (DXA).
Difícil de medir; depende de la arquitectura interna y el equilibrio entre colágeno y minerales.
Un hueso denso puede tener buena cantidad, pero no necesariamente buena calidad.
La calidad ósea es clave para la resistencia del hueso y su capacidad de soportar impactos.
Importancia de Mejorar Tanto la Cantidad como la Calidad Ósea
Es crucial mantener tanto una buena cantidad como calidad ósea para evitar fracturas y otras complicaciones relacionadas con los huesos. Las personas con una baja densidad ósea son más propensas a desarrollar osteoporosis (Kanis & Rizzoli, 2011), pero incluso aquellos con densidad ósea normal pueden estar en riesgo si la calidad ósea es deficiente.
Cómo Mejorar la Salud Ósea: Cantidad y Calidad
Aquí tienes algunos consejos para mantener huesos fuertes y saludables:
Ejercicio de resistencia: Los ejercicios con pesas y el entrenamiento de resistencia son clave para mejorar tanto la cantidad como la calidad ósea, ya que estimulan el crecimiento y fortalecimiento del hueso.
Dieta equilibrada: Consume alimentos ricos en calcio (lácteos, vegetales de hoja verde), así como en proteínas y grasas saludables que favorecen la absorción de nutrientes (Rizzoli & Bonjour, 2004).
Suplementación: Los suplementos de calcio y vitamina D son esenciales para aumentar la cantidad ósea. Para mejorar la calidad, considera añadir colágeno, magnesio y vitamina K2 a tu dieta.
Evitar el sedentarismo: Un estilo de vida activo promueve el recambio óseo, lo que mejora la calidad del hueso con el tiempo.
La suplementación como arma secundaria al ejercicio
La combinación de vitamina D, magnesio y vitamina K2 es altamente efectiva para la formación y mantenimiento de la salud ósea. Cada uno de estos nutrientes juega un papel único y esencial en el proceso, y juntos forman un combo sinérgico que optimiza la absorción de calcio y mejora la calidad ósea. Aquí te explico cómo funciona cada uno de ellos y por qué son importantes en combinación:
1. Vitamina D
La vitamina D es fundamental para la absorción de calcio en el intestino. Sin una cantidad adecuada de vitamina D, el cuerpo no puede absorber suficiente calcio, que es el mineral principal de los huesos. De hecho, la vitamina D activa la producción de proteínas que transportan calcio a la sangre, asegurando que esté disponible para fortalecer los huesos.
Fuentes: Se obtiene principalmente a través de la exposición solar, alimentos como pescado graso, yema de huevo, leche fortificada, y también se encuentra en suplementos.
Beneficios para los huesos: Mejora la absorción de calcio en el intestino y regula los niveles de calcio en la sangre. También influye en la renovación ósea y ayuda a mantener huesos fuertes.
2. Magnesio
El magnesio es otro mineral clave en la salud ósea, ya que es necesario para activar la vitamina D. Sin magnesio, la vitamina D no puede convertirse en su forma activa en el cuerpo, lo que reduce la absorción de calcio. Además, el magnesio tiene funciones directas en la formación ósea, al ser un componente estructural del hueso.
Fuentes: Abunda en alimentos como las nueces, semillas, vegetales de hoja verde, frijoles, y granos enteros. También está disponible en forma de suplementos.
Beneficios para los huesos: Participa en la conversión de vitamina D y mejora la estructura ósea. Además, regula el equilibrio de calcio, lo que previene la calcificación inadecuada (donde el calcio se deposita en tejidos blandos en lugar de en los huesos).
3. Vitamina K2
La vitamina K2 es menos conocida, pero es esencial para la salud ósea. Actúa dirigiendo el calcio hacia los huesos y alejándolo de las arterias y otros tejidos blandos, donde su acumulación podría causar problemas de salud. La vitamina K2 activa una proteína llamada osteocalcina, que es crucial para integrar el calcio en la matriz ósea.
Fuentes: Se encuentra en alimentos fermentados (como el natto), quesos maduros, yema de huevo y carne de animales alimentados con pasto. También está disponible en suplementos.
Beneficios para los huesos: La vitamina K2 ayuda a fijar el calcio en los huesos y evita que se deposite en las arterias. También trabaja junto con la vitamina D para mejorar la calidad y densidad ósea.
La cantidad ósea y la calidad ósea son aspectos complementarios y esenciales para mantener una salud ósea óptima. Tener huesos densos (cantidad ósea) no es suficiente si su microestructura interna es deficiente (calidad ósea). Para asegurar huesos fuertes y resistentes a lo largo de la vida, es fundamental trabajar en ambos aspectos, a través de una dieta rica en nutrientes, ejercicio y, si es necesario, suplementación. Al enfocarte tanto en la cantidad como en la calidad ósea, podrás mantener un sistema óseo saludable y reducir el riesgo de fracturas, especialmente en la vejez.
Referencias
Bonucci, E. (2018). Bone Mineralization and Demineralization. Springer.
Bouxsein, M. L. (2003). Bone quality: Where do we go from here? Osteoporosis International, 14(S5), S118-S127.
Kanis, J. A., & Rizzoli, R. (2011). Assessment of fracture risk and its application to screening for postmenopausal osteoporosis: Synopsis of a WHO report. Osteoporosis International, 22(2), 373-390.
Rizzoli, R., & Bonjour, J. P. (2004). Physical activity and bone health: Building strong bones throughout life. International Osteoporosis Foundation.
Seeman, E., & Delmas, P. D. (2006). Bone quality—The material and structural basis of bone strength and fragility. New England Journal of Medicine, 354(21), 2250-2261.
Weaver, C. M., et al. (2016). The National Osteoporosis Foundation’s position statement on peak bone mass development and lifestyle factors: A systematic review and implementation recommendations. Osteoporosis International, 27(4), 1281-1386.
Preguntas Frecuentes sobre la Cantidad y Calidad Ósea
¿Cómo sé si tengo buena calidad ósea?
La calidad ósea no se mide fácilmente con pruebas de densidad ósea, pero factores como una dieta rica en nutrientes, ejercicio y una buena salud general pueden indicar una mejor calidad ósea. Una de las pruebas que podrían ofrecer estos datos sobre la calidad ósea podría ser la tomografía computerizada.
¿Qué suplementos son buenos para mejorar la calidad ósea?
Los suplementos como vitamina D, colágeno, vitamina K2, magnesio y silicio son conocidos por mejorar la microarquitectura y flexibilidad del hueso, contribuyendo a su calidad.
¿El ejercicio mejora la cantidad o la calidad ósea?
El ejercicio mejora ambos aspectos. Las actividades de resistencia como el levantamiento de pesas o caminar estimulan la formación ósea, aumentando tanto la densidad como la resistencia.
La osteoporosis es una enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad mineral ósea, lo que debilita los huesos y los hace más propensos a fracturas. Esta condición es conocida como la “enfermedad silenciosa” porque a menudo no presenta síntomas hasta que ocurre una fractura. Es especialmente común en mujeres posmenopáusicas, aunque también puede afectar a hombres y personas más jóvenes.
La osteoporosis cada vez es una patología más prevalente en la sociedad debido a su mayor diagnóstico pero también el exacerbado aumento proviene de los hábitos de vida insalubres que acontecen en nuestras sociedades y es por eso que cada vez aparece esta patología en personas más jóvenes. Esto nos lleva a tratar esta patología haciendo principal conocimiento al paciente de todos los cambios que debe producir en su día a día más allá del tradicional “muévete y toma calcio”.
En Lift4Life desde hace muchos años llevando estudiando este problema y tratándolo con unos resultados espectaculares que nos llenan de emoción ya que es un paso hacia la normalidad de la persona y la creencia en el proceso que llevamos a cabo.
Hemos enumerado 7 puntos importantes que afectan a este estado óseo:
1. Estilo de Vida Sedentario
Menor actividad física: En las últimas décadas, ha aumentado el tiempo que las personas, especialmente los jóvenes, pasan sentados debido a trabajos de oficina, uso excesivo de dispositivos electrónicos y entretenimiento digital. La falta de ejercicio reduce la estimulación necesaria para mantener la densidad ósea. (1).
Menos exposición al sol: Pasar más tiempo en interiores limita la exposición a la luz solar, lo que es crucial para la producción de vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea.
2. Dieta Inadecuada
Dietas bajas en calcio y vitamina D: Las dietas modernas a menudo carecen de calcio y vitamina D, debido al bajo consumo de lácteos y alimentos fortificados. Además, el aumento en la ingesta de alimentos procesados, ricos en sodio y azúcar, puede afectar negativamente la salud ósea.
Bajos niveles de K2 y Magnesio: La vitamina K2 juega un papel crucial en la activación de la osteocalcina, una proteína que ayuda a fijar el calcio en la matriz ósea. Sin suficiente K2, el calcio puede depositarse en las arterias en lugar de los huesos, aumentando el riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Además, la K2 ayuda a regular el equilibrio de calcio en el cuerpo, asegurando que el calcio consumido se utilice correctamente para fortalecer los huesos.
El magnesio es un mineral necesario para la formación de cristales óseos y la regulación del metabolismo del calcio. Aproximadamente el 60% del magnesio corporal se almacena en los huesos. La deficiencia de magnesio puede alterar la estructura cristalina del hueso y disminuir los niveles de parathormona, una hormona que regula los niveles de calcio, lo que resulta en un mayor riesgo de osteoporosis. (8).
Es por ello que ante el deficit de estos nutrientes, el beneficio que tiene sobre la salud ósea y el desconocimiento del paciente, nosotros hemos creado nuestra TIENDA con los productos necesarios para ser lo más EFICIENTES posibles en nuestras propuestas de intevención. OBTÉN AQUÍ TU VITAMINA D, K2 Y MAGNESIO.
Dietas extremas y trastornos alimenticios: Las dietas de moda que eliminan grupos de alimentos esenciales y los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia pueden llevar a una reducción en la ingesta de nutrientes esenciales para los huesos. (2).
3. Problemas de Salud y Medicamentos
Uso de corticosteroides: El uso prolongado de corticosteroides, que se recetan para tratar diversas condiciones como el asma o enfermedades autoinmunes, puede debilitar los huesos. (3).
Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1, enfermedades del intestino o trastornos hormonales pueden afectar la absorción de nutrientes y el metabolismo óseo.
Deficiencias hormonales: Trastornos hormonales, como el hipogonadismo, pueden afectar el desarrollo y mantenimiento de la masa ósea en jóvenes.
4. Estrés y Trastornos del Sueño
Estrés crónico: El estrés crónico puede afectar la producción de hormonas, como el cortisol, que a niveles elevados, puede causar la pérdida de masa ósea. (4).
Falta de sueño: La falta de sueño afecta la salud en general y puede interferir con la capacidad del cuerpo para reparar y mantener los huesos.
5. Factores Genéticos y Ambientales
Historia familiar: Si hay antecedentes de osteoporosis en la familia, el riesgo de desarrollarla es mayor, y los factores ambientales actuales pueden agravar la predisposición genética. (5)
Contaminación y exposición a toxinas: La exposición a toxinas ambientales y contaminantes, que pueden interferir con el metabolismo del calcio y la salud ósea, está aumentando.
En este punto aconsejamos leer y/o escuchar al Dr. Nicolás Olea (catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada y médico en el Hospital Clínico San Cecilio), experto en químicos medioambientales y disyuntores endocrinos que escribió el libro “Libérate de Tóxicos (2019)“.
6. Cambios en la Pubertad y Madurez Ósea
Retraso en la madurez ósea: Los cambios en los patrones de pubertad, como la menarquia tardía en mujeres, pueden afectar la densidad ósea, ya que el pico de masa ósea se alcanza más tarde y podría ser menor. (6).
Este es uno de los puntos donde nosotros tenemos una visión más crítica sobre el sistema sanitario ya que creemos que deberíamos tener un cribado en la etapa de perimenopausia para advertir a la mujer, sobretodo, cual es su salud ósea y poder prevenir ese estado patológico que después lleva a la persona a sufrir miedos y no realizar su día a día con total normalidad.
El diagnóstico les hace sentir un miedo que no sentían un día antes del diagnóstico. Dejemos de infundir un miedo a las personas y demos el mensaje positivo que el hueso MEJORA y la gente no se ROMPE.
7. Consumo de Sustancias Nocivas
Tabaco y alcohol: El uso de tabaco y el consumo excesivo de alcohol, cada vez más común en edades tempranas, contribuyen a la pérdida de masa ósea. (7).
Consumo de cafeína y bebidas energéticas: El exceso de cafeína, presente en muchas bebidas energéticas y refrescos, puede interferir con la absorción de calcio en los huesos.
Refencias bibliográficas:
World Health Organization. (2020). Global Action Plan on Physical Activity 2018–2030: More Active People for a Healthier World. World Health Organization.
Weaver, C. M., Gordon, C. M., Janz, K. F., Kalkwarf, H. J., Lappe, J. M., Lewis, R., … & Zemel, B. S. (2016). The National Osteoporosis Foundation’s position statement on peak bone mass development and lifestyle factors: a systematic review and implementation recommendations. Osteoporosis International, 27(4), 1281-1386.
Glucocorticoid-induced osteoporosis: an update. Endocrine, 61(1), 7-16.
Fink, G. (2016). Stress: Concepts, Cognition, Emotion, and Behavior. In Handbook of Stress (pp. 3-11). Academic Press.
Ralston, S. H., & Uitterlinden, A. G. (2010). Genetics of osteoporosis. Endocrine Reviews, 31(5), 629-662.
Bonjour, J. P., Chevalley, T., Ferrari, S., & Rizzoli, R. (2009). The importance and relevance of peak bone mass in the prevalence of osteoporosis. Arq Bras Endocrinol Metabol, 53(5), 615-622.
Wong, P. K., Christie, J. J., & Wark, J. D. (2007). The effects of smoking on bone health. Clinical Science, 113(5), 233-241.
Castiglioni, S., Cazzaniga, A., Albisetti, W., & Maier, J. A. M. (2013). Magnesium and osteoporosis: Current state of knowledge and future research directions. Nutrients, 5(8), 3022-3033.
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